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Ascensor Batllo

Historia de los primeros ascensores instalados en Barcelona

El primer ascensor de Barcelona fue, durante mucho tiempo, el más alto.

El primer ascensor instalado en Barcelona fue el antiguo ascensor del conjunto escultórico del Monumento a Colón, al final de las Ramblas, obra del arquitecto Gaietà Buïgas con motivo de la exposición universal de Barcelona de 1888, a pesar de que el ascensor fue instalado en su interior un año más tarde.

Este ascensor era de funcionamiento hidráulico, con toda la complejidad que esto representaba, instalado dentro de la estrecha columna del monumento. En el trayecto de subida hasta la estatua, el ascensor tardaba nada menos que… ¡4 minutos! (ahora tarda unos 30 segundos). Se da la circunstancia que el día de su inauguración ocasiono un gran revuelo popular, ya que en medio de la expectación suscitada entre la ciudadanía en su primer trayecto se produjo una avería, dejando atrapado, unos minutos, al propio alcalde Rius i Taulet. A pesar de ello, este ascensor estuvo en funcionamiento bastantes años hasta que fue sustituido por los más modernos y seguros ascensores eléctricos.

¿Sabes cuál fue el primer ascensor eléctrico de  Barcelona?

El dato es incierto a pesar de que muchos historiadores coinciden en apuntar al antiguo ascensor eléctrico del Ateneu Barcelones como una de las primeras instalaciones de este tipo efectuadas en la ciudad condal. Lo curioso es que este ascensor, a día de hoy, se conserva tal y como fue diseñado en 1906 por el prestigioso arquitecto modernista Josep Maria Jujol, estrecho colaborador de Antoni Gaudí. Lo más sorprendente es que esta joya de ascensor…¡sigue funcionando! Este hecho nos recuerda varias cosas. La primera es que un correcto mantenimiento y puesta a punto puede alargar muchísimo la vida de los ascensores. Por otra parte, que la actualización y adaptaciones en medidas de seguridad, manteniendo el aspecto original de la cabina siempre son posibles si se dedican esfuerzos, imaginación y avances técnicos actuales que antes no existían.

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Pero siempre hay cosas que cambian. Principalmente las necesidades de los usuarios y las tendencias en comodidad, criterios de accesibilidad y otros aspectos más ligados a los patrones de uso de la vida moderna. En este aspecto el ascensor de Josep Maria Jujol mantiene su aspecto y diseño antiguo en detrimento de algunos de estos aspectos, que evidentemente pasan a un segundo plano al observar una obra de arte de este tipo.

Como ejemplo de esto, en el interior de este ascensor, nos encontramos con una antigua butaca, propia de otra época, cuándo la lentitud de desplazamiento del ascensor y el temor de los viajeros al desplazamiento vertical, hacía que muchos de los usuarios prefirieran hacer el viaje bien sentados en la cabina. Hoy sorprende ver esta lujosa butaca, con un sentido más decorativo que funcional o de comodidad.

Foto: De la galería de Flickr de Neil Howard Bajo licencia de Creative Commons El primer ascensor de Barcelona fue, durante mucho tiempo, el más alto.

El primer ascensor instalado en Barcelona fue el antiguo ascensor del conjunto escultórico del Monumento a Colón, al final de las Ramblas, obra del arquitecto Gaietà Buïgas con motivo de la exposición universal de Barcelona de 1888, a pesar de que el ascensor fue instalado en su interior un año más tarde.

Este ascensor era de funcionamiento hidráulico, con toda la complejidad que esto representaba, instalado dentro de la estrecha columna del monumento. En el trayecto de subida hasta la estatua, el ascensor tardaba nada menos que… ¡4 minutos! (ahora tarda unos 30 segundos). Se da la circunstancia que el día de su inauguración ocasiono un gran revuelo popular, ya que en medio de la expectación suscitada entre la ciudadanía en su primer trayecto se produjo una avería, dejando atrapado, unos minutos, al propio alcalde Rius i Taulet. A pesar de ello, este ascensor estuvo en funcionamiento bastantes años hasta que fue sustituido por los más modernos y seguros ascensores eléctricos.

¿Sabes cuál fue el primer ascensor eléctrico de  Barcelona?

El dato es incierto a pesar de que muchos historiadores coinciden en apuntar al antiguo ascensor eléctrico del Ateneu Barcelones como una de las primeras instalaciones de este tipo efectuadas en la ciudad condal. Lo curioso es que este ascensor, a día de hoy, se conserva tal y como fue diseñado en 1906 por el prestigioso arquitecto modernista Josep Maria Jujol, estrecho colaborador de Antoni Gaudí. Lo más sorprendente es que esta joya de ascensor…¡sigue funcionando! Este hecho nos recuerda varias cosas. La primera es que un correcto mantenimiento y puesta a punto puede alargar muchísimo la vida de los ascensores. Por otra parte, que la actualización y adaptaciones en medidas de seguridad, manteniendo el aspecto original de la cabina siempre son posibles si se dedican esfuerzos, imaginación y avances técnicos actuales que antes no existían.

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Como ejemplo de esto, en el interior de este ascensor, nos encontramos con una antigua butaca, propia de otra época, cuándo la lentitud de desplazamiento del ascensor y el temor de los viajeros al desplazamiento vertical, hacía que muchos de los usuarios prefirieran hacer el viaje bien sentados en la cabina. Hoy sorprende ver esta lujosa butaca, con un sentido más decorativo que funcional o de comodidad.